8 de junio de 2011

Amamantar es doloroso ¿Mito o realidad?



 
Es frecuente todavía escuchar a las futuras madres decir: “amamantar es un sufrimiento, eso  duele mucho”. Este es uno de los grandes mitos que existen alrededor de la lactancia materna. Devela aquí este misterio y descubre toda la verdad sobre la lactancia materna.
Cuando se les dice a las mamás que amamantar no duele y que por el contrario es posible que sea una experiencia agradable, no se lo creen hasta que lo experimentan y quedan asombradas porque en realidad se sienten cómodas y pueden disfrutar mientras su bebé se alimenta del pecho.Sin embargo, para que esto sea así, debe utilizarse  una buena técnica de amamantamiento; por esta razón es muy importante que todas las embarazadas se informen antes que llegue el gran día del nacimiento para que cuando tengan al bebé en sus brazos sepan cuál es la forma correcta de ofrecerle el pecho y  puedan disfrutar la experiencia desde el comienzo.

¿Qué sucede cuando las madres no tienen información y no conocen una correcta técnica de amamantamiento?
Esta es la razón por la que muchas madres se quejan de dolor mientras amamantan y además una técnica inadecuada puede ocasionar complicaciones como pezones agrietados, pechos congestionados, ganancia insuficiente de peso del bebé, entre otras.

Pasos para colocar al bebé correctamente al pecho:
1. Cargar al bebé de una forma que su cuerpo quede de frente y en contacto con el cuerpo de la mamá. 
2. Ofrecer el pecho en forma de “C”.
3. Rozar los labios del bebé con el pezón para estimular el reflejo de búsqueda propio del recién nacido y lograr que abra su boca grande.
4. Acercarlo al pecho con un movimiento firme y rápido para lograr introducir gran parte de la areola en su boca.
5. Si se siente dolor es necesario retirar al bebé del pecho introduciendo el dedo meñique en la comisura de su  labio, de esta forma el bebé soltará el pecho y entonces se intenta de nuevo que agarre correctamente.

Eso es dar de mamar


Si todavia no estás segura y te preguntás por qué amamantar. Mirá estos números. Hablan por sí mismos.

  • 10 son POR LO MENOS las enfermedades que previene la lactancia: diarrea, infecciones respiratorias (dos de las causas principales de muertes de bebés en el mundo), obesidad, diabetes, algunos tipos de cáncer infantil, asma, alergias, infecciones del oído, enfermedades cardiovasculares, y colitits.
  •  1.300.000 serían las muertes de bebés evitadas por año si sus madres practicaran la lactancia materna inmediata y exclusiva.
  •  6 puntos más alto es el coeficiente intelectual de los chicos que fueron amamantados exclusivamente durante los primeros tres meses de vida o más.
  • 25 por ciento menos de posibilidades de sufrir cáncer de ovarios tiene una madre que amamanta por al menos dos meses.
  • 50 por ciento menos de posibilidades de contraer cáncer de mama pre menopáusico tiene una madre que amamanta por al menos tres meses.
  •  0 es el costo de la leche materna. 
  • 6 son los meses de lactancia exclusiva recomendados por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF (lactancia exclusiva significa: sin suplementos de ningún tipo ni introducción de alimentos sólidos).
  • 2 o más años de lactancia son los recomendados por las mismas organizaciones. 
  • 4 son elementos que se necesitan para preparar, fortalecer y lubricar tus pezones antes del nacimiento. Y se resumen en una palabra: ALAS. Aire, leche -el calostro que sale antes del parto-, agua y sol. 
  • 1 solo alimento perfecto para el bebé que SOLO TU puedes ofrecerle: ¡TU LECHE MATERNA!. Los demás son substitutos.

¿Por qué amamantar?

 
El dar de mamar es muy saludable para el bebé y realmente cómodo para la madre. La leche estará siempre lista, a la temperatura adecuada y aportando los nutrientes indispensables para un bebé sano. Por otro lado, el amamantamiento es un momento sublime que afianza la relación madre-hijo brindándole protección y seguridad a esta nueva personita, forjando de esta manera su personalidad. Además está demostrado que la lactancia favorece el desarrollo intelectual del bebé, se adapta a sus requerimientos nutricionales en cada etapa, evita alergias, favorece su salud dental y reduce el riesgo del sindrome de Muerte Subita del Lactante.